A veces

A veces pienso, (raro en mí), que en mi vida he perdido mucho el tiempo, y ya no puedo recuperarlo. Sobre todo cuando pienso en mis hijos.
A veces pienso que no he estado el suficiente tiempo a su lado como se hubiesen merecido. Me entristece pensar que en parte me he perdido su niñez, pero más me entristece que en ocasiones ni siquiera recuerdo su adolescencia.
A veces me viene a la mente vagos recuerdos y digo “pero si yo he sido un padre normal y corriente que le he dedicado a mis hijos el tiempo que he podido”. No pretendo excusarme, pero cuando eran aun unos bebes, yo recuerdo haberles dado el biberón y la papilla, haberles cambiado los pañales, haberles bañado, haberles acunado y mecido, incluso vestirlos y sacarlos de paseo en el cochecito, y los cogía en brazos para pasearlos de una forma muy peculiar, los tumbaba boca-abajo sobre mi brazo derecho con mi mano en su entre-pierna y así los balanceaba de una forma cómoda para los dos. Y pienso que a mis nietos les haré lo mismo, (bueno lo de los pañales me lo pensaré), pero si estaré con ellos el mayor tiempo posible.
A veces, a pesar de lo dicho, siento como un vacío en mi vida, un vacío que ya no se puede llenar, y no puedo consolarme queriendo recordar porque me cuesta mucho trabajo.
A veces intento desahogarme y romper a llorar, pero no puedo, y siento como me voy cargando de angustia y cada vez me bloqueo mas y me digo que mañana será otro día, y efectivamente el mañana es otro día, pero otro día igual al anterior, me desespero pero por poco tiempo, porque de lo que sí estoy seguro es que a mi gente la quiero mucho, cada día más. Mi gente es mi pensamiento alegre que me motiva y fortalece todos los días.

Os propongo, a los que tenéis hijos que hagáis un ejercicio de memoria y me digáis: ¿Qué destacaríais de lo que hicisteis con vuestros hijos cuando eran unos bebes? Contádmelo, seguro que nos sentiremos mejor.
Seguro que otro día os cuento más cosas.